
Después de una sesión de entrenamiento, activar el metabolismo puede ayudarnos en un objetivo fundamental: el de quemar más calorías. Para acelerar el metabolismo existen determinados consejos que implican un aumento de la intensidad al final del ejercicio y como resultado, un mayor consumo de calorías.
Comenzamos con el burpee, se trata de un fondo en el suelo acompañado de un salto. Se debe realizar 4 series de unas 15 a 20 repeticiones. El descanso debe ser inferior a un minuto entre series.
El lanzamiento de lanzamiento de piernas en varios planos es otro de los ejercicios que podemos practicar. Para llevarlo a cabo hay que acostarse tumbados con las manos apoyadas en el suelo y los brazos estirados, al igual que el tronco, que apoyaremos solo en las puntas de los pies. A continuación las rodillas deben estar como si fuésemos a tocar el pecho. Una vez estemos en esta postura volveremos a estirar las piernas hacia atrás para apoyarnos con las puntas de los pies, solo que esta vez llevaremos las piernas hacia un lateral, que puede ser el derecho o el izquierdo.
Este movimiento lo realizaremos en 4 series de unas 12 repeticiones por cada lado sin parar. Entre series el descanso debe ser inferior a un minuto.
Por último podemos optar por un ejercicio de alta intensidad en cinta de correr. Durante unos 15 minutos en el que realicemos intervalos de máxima intensidad y de intensidad media de un minuto cada uno. De este modo, aumentamos las pulsaciones y con ello la aceleración metabólica que durará unas cuantas horas después de haber finalizado el ejercicio. Si además colocamos la cinta en cuesta conseguiremos añadir más intensidad al ejercicio.